El agente de carga aérea es aquel miembro del personal de la empresa que se encarga de comercializar las bodegas de las líneas aéreas constituyendo el sistema de distribución de la carga y coordinando la demanda con la oferta de las compañías.
Es una persona plenamente polivalente pues su función se centra en realizar y recibir embarques, y consolidar y desconsolidar mercancías. Su función de mediador es solo entre los importadores y los exportadores, sino también con las aerolíneas, agentes de aduanas y almacenes aduaneros.
La ubicación del agente de carga aérea suele ser hacia delante y hacia atrás para prestar un servicio integral a la carga de la bodega. Por consiguiente, pueden llegar a ser plenamente independientes y ellos mismos, en su flujo logístico, acometer toda la operación y entregar la mercancía en la puerta del cliente.
Frente al transporte marítimo o terrestre, el transporte aéreo se convierte en una opción versátil, práctica y ágil para determinados envíos de mercancías. Por todo ello, el agente de carga aérea debe ser una persona muy bien preparada.
Para su actuación, el agente de carga aérea debe contar con una autorización emitida por la Dirección General de Aeronáutica Civil del Ministerio de Transportes y Comunicaciones del país en el que opera, así como con el permiso pertinente de la Autoridad Aduanera, debiendo seguir rigurosamente las reglas técnicas establecidas por la Asociación Internacional de Transporte Internacional (IATA).
Si algo caracteriza al agente de carga aérea es su capacidad de análisis, síntesis y organización de todo el material que debe ser transportado en bodega. Dicho esto, sus funciones se podrían clasificar en dos:
El agente de carga aérea se encarga de emitir la carta de porte aéreo consolidada.
Esta labor ofrecerá múltiples facilidades a las empresas importadoras y exportadoras, ya que les permitirá ahorrar en costes cuando la mercancía tuviese un peso y un volumen menor.
Medirá todos los envíos, tanto a nivel nacional como internacional, siendo su cometido que la mercancía llegue correctamente a su destino.
El agente de carga aérea prepara un manifiesto de carga consolidado o desconsolidado para la aerolínea indicando las diferentes partes que conforman la totalidad del envío efectuado.
Por último, se encargará de preparar la carta de porte aéreo hija o nieta, según corresponda, que abarcará la totalidad del envío.
No obstante, el agente aéreo no podrá emitir documentación ni actuar en nombre de las compañías aéreas, a pesar de su función de coordinación del envío de mercancías.
El tipo de documentación que sí puede enviar es de tipo AWB (el documento esencial para el transporte aéreo de mercancías. Acredita un contrato de transporte aéreo de una mercancía) y B/L (documento emitido por la empresa naviera que constata que se ha recibido la mercancía para ser transportada al puerto), trabajando en todo momento por garantizar la máxima seguridad y agilizar el proceso de transporte aéreo internacional de mercancías.
Todas estas funciones suponen una ventaja enorme para la empresa de logística, especialmente en lo que a ahorro de tiempo se refiere, ya que son esenciales en el transporte urgente, donde la rapidez y la inmediatez resultan vitales en las cargas aéreas.
Para ser agente de carga aérea la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) debe otorgar el permiso oportuno, algo que se hace también extensible a los agentes de viajes.
Existe una serie de requisitos que permiten dotar a una empresa con la certificación de agente IATA, relacionados con cuestiones económicas y también técnicas dentro del equipo de trabajo.
La empresa que opta a dicha certificación demostrará que cuenta con las infraestructuras necesarias para ofrecer un servicio de carga aérea de calidad que garantice la máxima seguridad del proceso y que no reste calidad en el proceso de entrega al cliente final.