Almacenaje
¡El orden es la clave del éxito! En toda empresa que se preste debe existir una planificación y organización óptima para garantizar que los resultados, y por ende el grado de satisfacción del cliente, sean los mejores. Dentro de dicha organización ocupa un papel prioritario el concepto de almacenaje. Se define como la administración del espacio físico necesario para el mantenimiento de las existencias.

El almacenaje engloba el diseño y gestión operativa de los almacenes, así como todas las herramientas y tecnologías que pondremos a nuestra disposición para que dicha operación sea plenamente óptima.
El almacenaje, como parte esencial de la logística, se centra en guardar las existencias que no están en proceso de fabricación ni transporte, para posteriormente incorporarlas al mercado y a los respectivos puntos de consumo. Éstas deberán ser preservadas en las mejores condiciones durante un período de tiempo concreto.
Los almacenes ocupan un papel prioritario como intermediarios en la cadena logística debido a que su correcta organización evitará los gastos innecesarios de potencia y dinero en toda la cadena.
Si existe una correcta planificación, controlando los flujos de mercancía y el stock, conseguiremos siempre disponer de la producción necesaria para que nuestra oferta se ajustase a la demanda y no acarreásemos pérdidas.
Por tanto, disponer de un buen sistema de almacenaje garantizará que los márgenes económicos y productivos sean eficaces, pulcros y ajustados al mercado.
Cada vez es más común, especialmente en aquellos espacios que se encuentran a temperaturas más extremas, que el proceso de almacenaje sea automático. De este modo, todas las tareas estarían mecanizadas.
Herramientas que facilitan el almacenaje
Existen muchas tipologías de estructuras metálicas que se convierten en el aliado perfecto para que el almacenaje sea óptimo.
- Ángulos ranurados: Diferentes tipologías de plataformas metálicas que resisten muchos kilos y son ideales para oficinas y pequeños almacenes.
- Corredizas: Estas estructuras sirven para aprovechar al máximo el almacén. Se constituye un solo bloque al funcionar sobre la base del repliegue de las divisiones y se desplazan por medio de rodajes. Éstas proporcionan seguridad al contenido, ya que no se facilitará el acceso a personas no autorizadas.
- Entrepiso: Con estas estructuras se facilitará al usuario alcanzar alturas menores.
- Mezzanine: Aquellas empresas que no cuentan con local propio suelen utilizar estas estructuras capaces de soportar más de dos toneladas por metro cuadrado.
- Racks: Son espaciadores muy versátiles. Los encontramos de tipo acumulativo, que permiten el acceso de un montacargas en su interior y aumentan la capacidad de almacenamiento horizontal, ya que solo requiere de un pasillo de acceso a la carga. Y los selectivos que son más flexibles y pueden trabajar con cualquier tipo de producto. Garantizan una rotación perfecta del stock y se pueden modificar a medida de las necesidades del espacio.
Funciones del almacén
Estamos desglosando el concepto de almacenaje pero, ¿qué funcionalidades presenta un almacén?
- Recogida de mercancía: Es el lugar donde se destina toda la mercancía procedente de proveedores externos. Allí se revisará el correcto estado de ésta y si cumple con los estándares fijados previamente en los datos de entrega.
- Acondicionamiento y almacenado: El siguiente paso en la cadena de almacenaje es buscarle una ubicación específica a la mercancía recibida. Siempre será conveniente que ésta estuviese ubicada en un lugar fácil de localizar y muy versátil en su manipulación. Posteriormente deberá ser acondicionada, es decir, sometida a un proceso de resguardo para que ésta no se estropee.
- Manipulación: El almacenaje no tendría sentido si no se sometiese la mercancía de su interior a un manejo. Para ello habrá que calcular previamente la cantidad de existencias que existe de cada bloque de producto para ahorrar al máximo en espacio y en costes de almacenaje.
- Preparación de pedidos: También es el sitio donde se preparan los pedidos para ser remitidos finalmente al cliente. Se selecciona cuidadosamente la mercancía, se prepara, se embala y se incorpora al medio de transporte en el que se enviará.
Características del almacén
- Tamaño: Podemos ahorrar en costes y en energía y tener un almacén más pequeño, aunque esto supondría mayor complejidad para guardar la producción, o de lo contrario disponer de un almacén más grande y ganar en rapidez y eficiencia.
- Ubicación: Será fundamental su selección y variará si la empresa que ejerce el almacenaje es productora o distribuidora.
- División: Para que el almacenaje sea óptimo, será necesario diferenciar varios departamentos dentro del espacio: recepción, zona de almacenamiento, zona de gestación de la mercancía y zona de envío.