Entre los distintos trámites que existen para el tema de las importaciones y exportaciones, yace el certificado de origen. Sin él, prácticamente toda la operación o el transporte de mercancía resulta nulo, puesto que es de donde se origina todo. Además, proporciona un vistazo general a la carga que se está movilizando, incluyendo, obviamente, donde fue fabricada y otros datos esenciales.
A grandes rasgos, no es difícil concluir de qué se trata el certificado de origen. Como lo indica su nombre, es un documento que detalla toda la información del albor de la carga. En otras palabras, posee, en su contenido, todos los aspectos claves para comprender donde fue producida la mercancía. Asimismo, establece los parámetros por los cuales es importada.
Habitualmente, el certificado de origen tiende a confundirse con el país de origen, dos terminologías que no se pueden unir. Cuando hablamos de país de origen, estamos haciendo énfasis en la procedencia de la mercancía, es decir, de donde fue exportada. Mientras que, en lo concerniente al documento de origen, se plantea, con exactitud, el sitio donde fue producida, desarrollada y despachada la carga.
En la actualidad, el certificado de origen es un documento legal de amplio recurrido a nivel internacional. Si bien existen ciertas excepciones dentro de la Unión Europea, no poseer este manuscrito puede traer consecuencias legales. Como aditivo, permite supervisar y rastrear, sin dejar de lado ningún punto, el origen o producción real de la carga. De ese modo, tiene consciencia sobre qué tan legalizada puede estar.
Los certificados de origen pueden clasificarse con base a los aranceles a los que están sujetos. En ese sentido, se les cataloga como preferenciales a aquellos con aranceles reducidos o exceptuados de ellos. Dependiendo del país destino, podrán ser aplicados o no. Y, no preferenciales, cuando, obviamente, no están solapados por estos privilegios. En estos casos, el arancel será aplicado de forma continua según aplique.
El certificado de origen debe estar correctamente legalizado y avalado por las partes involucradas en todo momento. Asimismo, debe estar bien redactado, especificando con suma precisión, todo lo concerniente al origen de la mercancía. De lo contrario, la administración aduanera de algún país, estará en todo su derecho de remitirlo o denegarlo según su criterio.
Hoy por hoy, el certificado de origen es emitido por las Cámaras de Comercio autorizadas y prestas para el servicio. Todas ellas son las responsables de hacer un seguimiento digno de la mercancía envuelta, consolidando un informe claro para el desarrollo de documento. Una vez plasmado su sello y, de no existir ningún problema, entonces será expedido a quien corresponda.
El certificado de origen posee una vigencia indefinida y se entrega al momento de la exportación. También, los usuarios interesados deberán consignar a las Cámaras de Comercio, una serie de requisitos primordiales. Entre ellos, una declaración jurada, firmada y sellada, como que conocen la normativa vigente y el procedimiento. A su vez, un informe técnico que acredite el origen de la mercancía a transportar.
A priori, el certificado de origen no es más que el recuento histórico del momento en surgió la mercancía. No obstante, es relevante aclarar cómo está conformado o qué otros datos incluye. De ese modo, no habrá inconvenientes a la hora de reconocerlo ni entender que algo va mal. Al mismo tiempo, ayuda a identificar errores posibles que pueden solventarse a tiempo.
Partiendo de esa tónica, el certificado de origen debe plasmar las marcas implícitas y todas las numeraciones pertinentes. También alberga lo relacionado al número, modelo y constancia de embalajes, desde cajas, palés hasta rollos. Por su parte, introduce precisa y concisamente la naturaleza del embarque o de la carga. Claro está, corroborando cada premisa como fidedigna.
Otra parte o categoría a describir en el certificado de origen es la cantidad de mercancía que se transporta expresada en unidades. Es decir, determinadas en unidades de peso bruto, neto, litros, metros o una mixtura de todo. A causa de ello, el resultado final será un documento muy técnico que no tendrá flaquezas al instante de ser inspeccionado en aduana.