Un Representante Fiscal es el interlocutor ante las autoridades españolas de una empresa no establecida en España. Y entre sus múltiples funciones dentro de una aduana o trámite de negociación de un envío, tiene facultades avaladas y legalmente reconocidas para realizar el envío de mercancías, ejecutando los trámites pertinentes que faciliten el despacho aduanero de esta mercancía para que llegue a su destino.
El representante fiscal es un mediador y gestor ante las autoridades aduaneras y tributarias españolas que facilita el entendimiento entre clientes, los proveedores y autoridades fiscales, logrando un engranaje perfecto en la comunicación y negociación para que la operación de envío y recepción se realice de manera óptima y eficiente, librando a las empresas de las engorrosas gestiones burocráticas.
La figura del Representante Fiscal realiza operaciones de compra y venta sujetas a impuestos españoles. Ante una aduana o puerto está formado, capacitado y certificado por el ministerio de Hacienda para presentar ante la aduana de cualquier ciudad la declaración tributaria, para el levantamiento de la mercancía de los recintos, en el caso de la importación y el embarque de la mercancía, en el caso de que se trate de una exportación. Esto lo convierte en el intermediario del pago de los impuestos correspondientes en la declaración aduanera de España y del país de origen de la empresa importadora.
Una vez que cumple con los requerimientos tributarios y fiscales necesarios para el envío o recepción de una mercancía, el Representante Fiscal debe cumplir otros pasos legales que le permitirán hacer entrega de la mercancía a su representado de manera eficiente y sin que acarree ningún problema ante las autoridades. Entre esos trámites necesarios requeridos por organismos no trinitarios que intervienen en el despacho aduanero, se encuentran Sanidad, Soivre, Veterinario, Cites, todo dependerá del tipo de mercancía que este gestione. Para estos últimos tiene la potestad de recurrir a un agente aduanero que realice y supervise este procedimiento.
El Representante Fiscal estará sujeto no solo a las normativas y leyes españolas, debe hacer que las leyes en cuanto a negociación extranjera se engranen perfectamente, deberá declarar fiscalmente todas sus operaciones intracomunitarias, tendrá a su cargo la compra-venta, venta partida, las operaciones triangulares, venta a distancia y demás operaciones.
El trabajo de un Representante Fiscal comienza obligatoriamente antes de trazarse cualquier negociación comercial entre las partes. Debe hacerse el nombramiento de este para garantizar que sea quien supervise y cumpla con los requerimientos y pasos fiscales y tributarios antes, durante y después de la negociación, para actuar con los mismos beneficios y en igualdad de condiciones que las empresas españolas.